lunes, 14 de marzo de 2022

Mi primer día con personas con autismo

Aunque quizás no tenga gran interés un relato sobre mi experiencia personal, me apetece poner negro sobre blanco todos los recuerdos que tengo del primer día que pasé rodeado de niños con autismo. De esta manera, conseguiré hacer un balance completo desde aquel día de 2013 hasta hoy.

Todos sabemos que, cuando la precariedad laboral aprieta, uno hace lo imposible para que no ahogue. Por suerte, aparecen en la vida experiencias maravillosas que acaban completándote como ser humano y mejorando algunas aristas de uno mismo que hemos tenido olvidadas. Así fue como llegué en el año 2012 a la Fundación ICO, con una beca del área de arte para participar en la coordinación de exposiciones temporales, la gestión de las colecciones del ICO y el apoyo puntual a diferentes actividades que se realizarían desde el área. Como digo, era 2012 y en ningún momento se mencionó la palabra "discapacidad" en la entrevista inicial. Pasados los meses, gracias a una beca de la American Alliance of Museum, se comenzó a implementar un programa, Empowerparents, en colaboración con el Queens Museum of Art. A priori, era una actividad a desarrollar desde el otro partner del proyecto, Hablar en Arte, por lo que mi día a día no se vería "afectado".

Nada más lejos de la realidad. A poco de comenzar las sesiones en el museo, fui invitado a participar de una de ellas. Yo, que nunca había trabajado ni con niños, ni con personas con alguna discapacidad, me veía en el centro de una actividad que todos disfrutaban, pero que yo temía. Era diciembre de 2013 y el tema sobre el que giraba el taller era la Navidad. 

Las actividades eran lideradas por los padres de los niños y ese primer día Gema, la madre de uno de ellos, explicaba con una dulzura y una efectividad infinitas que íbamos a hacer nuestro propio árbol de Navidad de los deseos. A la explicación seguían gritos, empujones, rasgaduras de papel, etc. ¿Quién me iba a decir que todo aquel alboroto que me preocupaba y, honestamente, me asustaba era simple y llanamente afecto y aceptación? 

Cuento todo esto porque creo que es importante partir de la base de que lo que no se conoce, no se puede entender. Durante años, viví ajeno a cualquier relación con la discapacidad. De la noche a la mañana, por vicisitudes laborales, me vi en el centro de un proyecto que echaba por tierra las imposturas de las instituciones culturales. Y nada pudo ser más acertado en mi formación. Ese día aprendí que un grito y un empujón puede llevar más amor que todos los besos y abrazos del mundo. Y lo vi porque, ese día, a mis ojos de adulto, les puse unas lentes de empatía y de justicia.

viernes, 25 de febrero de 2022

El Museo ICO o cómo ser un museo socialmente comprometido 

1. Presenta la buena práctica que hayas elegido.

La mejor manera de introducir la buena práctica que he escogido pasa por empezar aclarando que no se trata de una política concreta, sino de una decisión global a base de pequeños pasos que han ido convirtiendo a la institución en un espacio inclusivo. Me estoy refiriendo al Museo ICO, gestionado por la Fundación ICO y dependiente del Instituto de Crédito Oficial. Su apuesta por la inclusión se remonta a más de una década, tiene vocación de futuro y, por supuesto, está sometida a una mejora continua de sus acciones, interviniendo en su diseño, desarrollo y evaluación los agentes implicados.

Pese a ser una institución pequeña, en poco tiempo consiguió destacarse en materia de accesibilidad e inclusión, no sólo a nivel físico, sino también cognitivo. La realidad es que, a día de hoy, resulta difícil encontrar un centro museístico en nuestro país que dé tantas facilidades para el público con diversidad funcional. Lo que empezó siendo un proyecto piloto para familias con niños con autismo, se ha convertido en todo un sistema de trabajo enfocado a que el Museo ICO sea un museo para todos.

2. Analiza el ámbito o ámbitos en el que actúa esa buena práctica.

Por todo lo expuesto hasta ahora, se puede adivinar que el ámbito al que se dirigen las acciones del museo son múltiples y están en constante cambio. Del mismo modo, los colectivos que se ven beneficiados por esta política de inclusión son cada vez más.

Como ya hemos adelantado, el punto de partida fue el proyecto Empower Parents, desarrollado en colaboración con el Queens Museum of Art de Nueva York en el año 2012. La intención del mismo pasaba por facilitar, no sólo el acceso, sino el disfrute y el sentido de pertenencia al museo de las familias con niños con autismo. Después de varias fases de empoderamiento de diferentes familias, en la actualidad Empower Parents se ha transformado en una asociación que persigue la ocupación de los espacios culturales para las personas con diversidad funcional.

Por otro lado, podemos destacar la apuesta por materiales de difusión que llegan a colectivos de personas con discapacidad auditiva como las hojas de sala adaptadas a lengua de signos (a lo que suma el bucle magnético de la entrada del museo) o aquellas que se redactan, con la ayuda de Plena Inclusión Madrid, adaptadas a lectura fácil.  

A todo esto debemos sumar el trabajo realizado en materia de accesibilidad física, eliminando las barreras arquitectónicas de la entrada del museo, la existencia de una plataforma elevadora que accede a todas las plantas y la existencia de un baño completamente accesible.

El objetivo final, como decíamos, no es otro que el de conseguir que la experiencia en el museo sea igual para todos sus visitantes.

3. Comenta, si los conoces, el impacto y resultados que ha tenido o tiene esa buena práctica. Si desconoces esa información, comenta entonces el impacto y resultados que consideras que podría tener.

Resulta evidente que, a tenor de lo expuesto hasta ahora, el principal resultado de esta apuesta por las buenas prácticas en materia de no discriminación es la apropiación del museo por parte de colectivos que, anteriormente, no se sentían parte de él. Como ya hemos adelantado, hablamos de diez años de trabajo continuo en pro de la inclusión real y efectiva que ha tenido un impacto brutal que podemos medir por el número de visitas y de actividades pensadas para públicos con capacidades diferentes. Si bien es verdad que no hemos podido conseguir datos concretos, desde el museo nos trasladan una enorme satisfacción puesto que los retos planteados han sido superados y la acogida de todas estas acciones ha sido muy positiva.

Para muestra, un botón. En origen, el museo planteaba actividades en familia que no preveían la participación de personas con discapacidad en las mismas. De ese estado inicial y, por desgracia, muy común todavía en muchas de nuestras instituciones culturales, se pasó a desarrollar actividades específicas para grupos de personas con discapacidad. No sólo en el ya mencionado proyecto de Empower Parents, sino también con visitas que se realizaban tanto en centros de día como en el propio museo. El siguiente paso que se dio pasó por incluir una cuota de las plazas disponibles en las actividades del museo para personas con discapacidad, de manera que la inclusión fuese total.

4. ¿Qué puntos fuertes y qué debilidades consideras que tiene esta buena práctica?

Los puntos fuertes que más destacan de estas prácticas son, lógicamente, su carácter permanente y transversal. Además, su apuesta por la mejora continua y por incluir a las asociaciones y plataformas hace que sea una manera de trabajar referencial para el resto de entidades culturales. Esa honestidad que les llevó a buscar consejo, asesoramiento y acompañamiento a organizaciones como Plena Inclusión Madrid da valor y consagra la decidida voluntad de incluir de este pequeño museo madrileño.

Esto último, nos lleva, precisamente, a hablar de las debilidades a las que se puede enfrentar. Principalmente, porque, como decíamos, la repercusión de todo esto es mucho más reducida al no tratarse de uno de los grandes y archiconocidos museos. Imaginemos el impacto que tendría si el Museo del Prado apostase de una manera tan clara y, por qué no, descarada por la inclusión.  Al ser el Museo ICO un museo de menor tamaño, eso le lleva a que la repercusión de lo que hace no se transfiera con la misma intensidad. Igualmente, al ser un museo dependiente del Instituto de Crédito Oficial, sus líneas de actuación están sometidas a la aprobación del presidente de esta institución económica pública. Sabemos por otros ejemplos, como se puede echar por tierra el trabajo de muchos años a través de decisiones equivocadas que, fundamentalmente, hunden sus raíces en el desconocimiento.

En conclusión, podemos decir que las acciones en favor de la inclusión que viene realizando el Museo ICO hacen obligada una visita por parte de todos a la calle Zorrilla para conocer sus instalaciones y su forma de trabajar de una manera socialmente comprometida.

miércoles, 16 de febrero de 2022

 El lenguaje en los medios de comunicación: cuando lo inocente no es inocente

Me parece interesante sacar a colación el tema del lenguaje en los medios de comunicación ya que, en numerosas ocasiones, tengo que escuchar que algunos tenemos la piel muy fina. Tanto es así, que he llegado a dudar en muchas ocasiones de si el problema lo tengo yo, que busco el hilo del que tirar para denunciar discriminación; o si son los otros quienes no ven lo que, en mi opinión, es un ejemplo dolorosísimo de discriminación.

A menudo, tendemos a ver y escuchar titulares o noticias en los que se recogen peleas, asesinatos o robos. Y, a menudo también, sólo en algunos casos se hace referencia al origen del autor de los mismos: “un menor de origen magrebí”, “dos asaltantes de nacionalidad rumana”, “una banda de jóvenes dominicanos”, etc. Nunca he entendido el motivo por el que añadir esa coletilla sobre la procedencia, salvo, obviamente, aquel de señalar y generar miedo o intranquilidad a aquellos que, en un ejercicio de cobardía, consagran estos titulares y los transforman en verdades universales.

Démosle una pensada y cambiemos un poco las palabras. ¿Cómo sonarían los siguientes titulares? “Un menor de Cuenca”, “dos asaltantes de la provincia de Jaén”, “una banda de valencianos”. ¿Ridículo? ¿O extremaríamos las precauciones al escuchar a alguien con acento jiennense o valenciano?

Pero podemos ir un poco más allá. Pongamos que estamos de viaje en Inglaterra o en Italia y leemos un titular de periódico que dijese: “Un hombre español mata a…”. ¿Consideraríamos xenofobia lo puesto en práctica por ese periódico? ¿Cómo calificaríamos a aquellos que comprasen habitualmente ese diario y creyesen en sus titulares?

Con estos ejemplos absurdos sólo trato de poner el foco en lo innecesario de aportar esos datos en las noticias que ofrecen los medios. Tan irrelevante es el origen, como la profesión o la altura. Y eso es algo que deberíamos empezar a interiorizar máxime cuando desde parlamentos y tribunas vuelven a oírse voces que criminalizan o no según conviene.

Todo lo anterior se materializa en una discriminación directa que se ha de combatir revirtiendo la situación y sacándonos un poco los colores a todos porque, nos guste o no, todos caemos en las mismas trampas.

La igualdad en el centro

Aunque siempre es difícil poner cosas de uno mismo en negro sobre blanco, esta vez la causa merece la pena.

En mi caso, he crecido con muchas papeletas para moverme siempre con la igualdad y la no discriminación. Sin embargo, nunca es suficiente. Soy historiador del arte por lo que mi desarrollo profesional ha estado siempre ligado a entornos en los que la presencia de mujeres es mayoritaria. Además, he trabajado estrechamente con personas con discapacidad, con colectivos en riesgo de exclusión, etc. Pero, a pesar de todo ello, creo que siguen ancladas en mí actitudes que dejan mucho que desear en forma de comentarios o chistes innecesarios, en actitudes ridículas y sin sentido, etc. 

Por eso mismo, porque creo que a nivel profesional e intelectual he conseguido lo que quería, espero que este curso me dé las herramientas para mejorar las habilidades sociales poniendo en el centro la igualdad en todo momento.

Si tengo que elegir una foto que me describa, sin ninguna duda, pienso en las muchas que tengo rodeado de mi familia. Ya que no puedo predecir el futuro y saber a dónde voy, me quedo con ver de dónde vengo que, además, me enorgullece mucho, pero paso de ponerla por aquí por aquello de la discreción ;-).

lunes, 11 de abril de 2011

La in-cultura digital universitaria: ¿una realidad palpable o no?


Pese a ser de las últimas generaciones salidas del mundo universitario, el contacto con el mundo digital o virtual a lo largo de mi formación ha sido prácticamente nulo. ¿Por qué? Que contesten a los que les compete estructurar los planes de estudio y llevarlos a la práctica.

En línea con lo anterior sorprende como aún hoy en día desde el mundo universitario se siguen lanzando al mundo tesis más propias de férreos centros decimonónicos que de supuestas avanzadillas del saber del siglo XXI. En resumen, mucho avance en el chasis pero pocos cambios en el motor.

Ahora bien, ¿se han planteado alternativas? Los contenidos que se presentan en esta parte del módulo no dejan de ser clases magistrales. Grabadas, archivadas y colgadas en la Red, pero clases magistrales al fin y al cabo. ¿Qué es lo que podría hacer para llevar la tecnología y la cultura digital al ámbito de aprendizaje?

El alumno se encuentra colapsado de recursos con los que trabajar, pero no sabe realmente cómo ha de encajarlos en el engranaje tecnológico actual. Todos trabajamos o hemos trabajado con herramientas digitales pero lo único que se ha conseguido es un cambio de presentación, un entorno más accesible para trabajar, pero en definitiva las mecánicas de trabajo no han cambiado sustancialmente. Al menos bajo mi punto de vista es así.

Se habla en la lección de que la cultura da visibilidad al mundo. Toda una verdad, ahora bien, ¿qué visibilidad da la cultura digital? Yo creo que es nula porque son muy pocos los que llegan a verla. Hemos adaptado los elementos novedosos de la tecnología a nuestro modo de vivir de la manera más fácil: lo que antes se hacía a mano ahora se hace a ordenador (pero nos olvidamos que en su momento ya mutó y se hizo con máquinas de escribir), lo que se grababa en una cinta de cassette ahora se hace con un micro en un ordenador, y así una lista interminable de acciones que han variado en su elaboración pero cuyo fin y destino es exactamente el mismo que hace décadas.

Convendría estudiar las posibilidades reales de las aplicaciones tecnológicas al campo de las Humanidades para lograr el éxito no solo en los procesos sino también en los fines.

Rescato en el final de esta primera intervención la idea con la que abría el texto: mi conocimiento sobre la cultura digital es a día de hoy inexistente. Por esto agradecería que quien esté en condiciones de aclararme las dudas, corregirme los errores o rebatirme los argumentos lo hiciese con la mejor de las predisposiciones. Así podré decir que empiezo a entrar en la cultura digital…